Igualdad sustantiva de la mujer y acción afirmativa: Un mandato constitucional, no un privilegio.

M.D.F. Julio César Tlatempa Pavón • 27 de mayo de 2025

En el debate jurídico contemporáneo, uno de los puntos más polémicos ha sido la legitimidad de las denominadas “acciones afirmativas”, especialmente aquellas dirigidas a beneficiar a las mujeres. ¿Acaso no se oponen estas medidas al principio de igualdad previsto en las constituciones modernas? ¿No se incurre en una forma inversa de discriminación? La respuesta, desde una perspectiva constitucional y de derechos humanos, es clara: no se trata de privilegios, sino de mecanismos legítimos para corregir desigualdades estructurales.


En el derecho constitucional español, el artículo 14 reconoce la igualdad formal de todas las personas ante la ley, prohibiendo expresamente la discriminación por razón de sexo. Sin embargo, el artículo 9.2 introduce un matiz esencial: obliga a los poderes públicos a promover condiciones para que la libertad y la igualdad sean reales y efectivas, removiendo los obstáculos que lo impidan. Esta cláusula de igualdad sustantiva permite diseñar medidas de trato diferenciado cuando existen desigualdades históricas, como ocurre con las mujeres.


La jurisprudencia del Tribunal Constitucional Español, particularmente en las sentencias STC 66/1985 y 109/2003, ha confirmado la validez de estas medidas siempre que cumplan con tres condiciones:

  1. Proporcionalidad (adecuación y necesidad para alcanzar la igualdad),
  2. Temporalidad (vigencia limitada hasta que se logre el objetivo), y
  3. Justificación objetiva y razonable.


En México, la base constitucional de estas acciones se encuentra en el artículo 1, que prohíbe toda discriminación y establece que todas las autoridades deben promover, respetar y garantizar los derechos humanos bajo los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad, y el artículo 4, que refuerza el principio de igualdad entre mujeres y hombres, y da sustento a políticas públicas orientadas a cerrar brechas de género.


Desde esta perspectiva, el trato diferenciado que favorece a las mujeres no viola el principio de igualdad, sino que responde a la necesidad de eliminar desventajas reales que subsisten en la vida política, económica y social del país. Se trata de un mandato constitucional que no solo autoriza, sino que obliga al Estado a intervenir cuando se identifiquen factores estructurales que perpetúan la desigualdad.


De igual forma, el marco jurídico internacional también respalda estas medidas. La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), ratificada por México, no solo prohíbe la discriminación, sino que obliga a los Estados Parte a adoptar medidas de carácter temporal para acelerar la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres. En el mismo sentido, la Convención de Belém do Pará establece que los Estados deben prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer, lo que incluye abordar las condiciones de desigualdad estructural que la perpetúan. Ambos instrumentos tienen rango constitucional en México, por lo que deben guiar la interpretación y aplicación de todas las normas, incluidas las tributarias, laborales o administrativas.


En conclusión, las acciones afirmativas a favor de las mujeres no son concesiones discrecionales ni actos de privilegio. Son medidas correctivas orientadas a garantizar una igualdad real y efectiva, en cumplimiento de mandatos constitucionales y convencionales. Lejos de contrariar la igualdad, la profundizan. Lejos de discriminar, equilibran.


En un Estado de Derecho comprometido con los derechos humanos, la igualdad no significa tratar a todos igual, sino tratar con justicia a quienes históricamente han sido tratados con desventaja.


Por M.D.F. Julio César Tlatempa Pavón

Director Jurídico de Tlatempa y Asociados

por C.P. José Felipe Tlatempa López 24 de junio de 2025
En el vibrante mundo de los negocios, especialmente aquí en lugares como Cancún donde la actividad económica es constante, es fácil dejarse llevar por la emoción de la operación diaria. Pero, detente un momento y pregúntate: ¿Tienes una visión clara de la salud financiera de tu empresa? ¿Sabes exactamente cómo tus números impactan tus obligaciones con el SAT? Si la respuesta no es un rotundo "sí", este artículo es para ti. Así, hay que ver más allá de los impuestos, y tomar a la contabilidad como una brújula empresarial. Mucha gente asocia la contabilidad únicamente con el pago de impuestos, y aunque ese es un pilar fundamental, la realidad es que la contabilidad es mucho más. Es el lenguaje de tu negocio, una herramienta poderosa que te permite: Conocer la verdadera situación de tu empresa: ¿Estás generando ganancias o pérdidas? ¿Cuánto debes y cuánto te deben? La contabilidad te da un panorama exacto de tus activos, pasivos, ingresos y gastos. Tomar decisiones informadas: Con datos precisos, puedes decidir si es el momento de invertir, si necesitas ajustar tus precios, si un proyecto es realmente rentable o si es hora de buscar financiamiento. Es tu GPS para el crecimiento. Optimizar tus recursos: Al entender dónde va cada peso, puedes identificar fugas de dinero, reducir gastos innecesarios y asignar tus recursos de manera más eficiente. Ahora, hablemos de lo fiscal. Cuando se trata de cumplimiento tributario, la contabilidad tiene una relación inseparable con lo fiscal. En México, llevar una contabilidad adecuada no es una opción, es una obligación legal y una necesidad estratégica. Aquí te decimos por qué esta relación es tan crucial: 1. Adiós a las Sorpresas con el SAT Imagina que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ejerce una facultad de comprobación sobre ti. Si tu contabilidad está en orden y conforme a las Normas de Información Financiera (NIF) mexicanas, tendrás todos los documentos y registros necesarios para respaldar tus operaciones. Esto significa: Determinación precisa de tus impuestos: Con una contabilidad clara, calcular el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y otras contribuciones es un proceso más sencillo y exacto. Menos errores, menos preocupaciones. Deducciones válidas: Quieres deducir gastos, ¿verdad? Para que el SAT los acepte, necesitas que estén correctamente registrados y soportados contablemente. Una contabilidad deficiente puede significar que pierdas beneficios fiscales importantes. Agilidad en auditorías: Una contabilidad organizada facilita cualquier proceso de fiscalización, ahorrándote tiempo, estrés y posibles multas. 2. Tu Mejor Defensa Ante Discrepancias Si en algún momento surge una discrepancia con el SAT, tu contabilidad es tu principal herramienta de defensa. Los registros contables detallados y apegados a las NIF son la evidencia irrefutable de tus transacciones. Demuestran la "razón de negocios" de cada movimiento y te permiten justificar tus operaciones con argumentos sólidos y técnicos. 3. Planeación Fiscal Inteligente Una contabilidad sólida no solo te ayuda a cumplir con el pasado, sino a planear el futuro. Con información financiera confiable, puedes: Anticipar escenarios: Prever tus ingresos y gastos te permite proyectar tus obligaciones fiscales y planificar con anticipación. Aprovechar beneficios: Conocer tu situación te permite identificar y aprovechar legalmente los estímulos fiscales, exenciones o subsidios a los que tu negocio pueda aplicar. Es la diferencia entre reaccionar y proactuar. 4. Evita Multas y Recargos Costosos El incumplimiento de las obligaciones contables y fiscales puede resultar en multas considerables, recargos y actualizaciones de impuestos. Una contabilidad bien llevada es la mejor prevención contra estas sanciones económicas que pueden afectar seriamente la liquidez y rentabilidad de tu empresa. En conclusión, llevar una contabilidad conforme a las normas mexicanas no es solo una carga administrativa; es una inversión en la salud, transparencia y seguridad jurídica de tu negocio. Te proporciona la tranquilidad de saber que estás cumpliendo con tus obligaciones, te permite tomar mejores decisiones estratégicas y te protege ante posibles contingencias fiscales. Si aún no le das a tu contabilidad la importancia que merece, es el momento de hacerlo. Tu negocio y tu bolsillo te lo agradecerán.
Desde la reforma constitucional de junio de 2011, el sistema jurídico mexicano dejó de limitarse
por M.D.F. Julio César Tlatempa Pavón 10 de junio de 2025
Desde la reforma constitucional de junio de 2011, el sistema jurídico mexicano dejó de limitarse a un positivismo de reglas cerradas para integrar un nuevo paradigma centrado en principios, valores y dignidad humana.