Principio In Dubio Pro-Operario en Materia Laboral

Lic. Cristal Denisse Alanis León • 13 de mayo de 2025

El principio pro-operario, significa “En caso de duda, a favor del trabajador” y funge como un pilar en la defensa de los derechos del trabajador, pues establece que en la interpretación y aplicación de las normas laborales se debe atender a la disposición que más favorezca a la parte trabajadora. Este principio se encuentra consagrado en el artículo 18 de la Ley Federal del Trabajo, el cual establece que:

Artículo 18.- “En la interpretación de las normas de trabajo se tomarán en consideración sus finalidades señaladas en los artículos 2o. y 3o. En caso de duda, prevalecerá la interpretación más favorable al trabajador”

Este principio reconoce la desigualdad estructural entre patrones y trabajadores, buscando, como bien lo menciona la Ley Federal del Trabajo y las normas del trabajo, un equilibrio entre los factores de producción, el capital y el trabajo, procurando en todo momento los derechos de los trabajadores, reconociéndolos no como una parte procesal débil, sino como un sector históricamente oprimido y en desventaja.


Esto se debe a que la Ley Federal del Trabajo, promulgada en 1931 y reformada en varias ocasiones desde entonces, estableció este principio como eje rector del derecho laboral mexicano. A lo largo de nuestros días su aplicación ha sido una herramienta clave para combatir la precarización del trabajo, reconociendo que el marco jurídico debe actuar como un contrapeso ante las asimetrías entre quienes detentan los factores de producción y los que prestan su fuerza de trabajo. Sin embargo, su aplicación no representa que invariablemente los conflictos laborales deban ser resueltos a favor del trabajador, sino que las autoridades del trabajo tienen una obligación especial de tutela, ciñéndose a las normas protectoras del trabajo. Por ello, su existencia no significa que pueda ser usado indiscriminadamente, pues las autoridades también están obligadas a atender los derechos de la parte patronal sin vulnerar sus derechos procesales. En este sentido, diversos Tribunales Colegiados en materia de Trabajo han emitido criterios que delimitan los alcances en la aplicación del principio, como la tesis de Jurisprudencia con Registro Digital 174209:


PRINCIPIO IN DUBIO PRO OPERARIO. SUS ALCANCES.[1]


Además, este eje rector ha sido reconocido por distintos ordenamientos internacionales como los diversos Convenios de la Organización Internacional del Trabajo y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en los cuales México se ha suscrito como Estado parte.


El principio pro operario, no es una figura exclusiva del derecho laboral mexicano, pues en cuanto al derecho comparado, otros países de América Latina, prevén en sus legislaciones distintas normas protectoras de la parte trabajadora, como Argentina en el artículo 9 de la Ley del Contrato de Trabajo; y Colombia en su artículo 53 de la Constitución Política, que establece que el legislativo debe expedir el estatuto del trabajo con base en, entre otros, el principio de la interpretación más favorable al trabajador en caso de duda en la aplicación e interpretación de las fuentes formales del derecho.


Por ello, es importante que las autoridades, juzgadores y operadores jurídicos en materia de trabajo presten especial atención a este principio y a sus alcances, pues su aplicación tiene como finalidad garantizar la justicia social, proteger la dignidad humana en el trabajo y asegurar condiciones laborales más justas para los trabajadores.


[1] Detalle - Tesis - 174209



Cristal Denisse Alanis León

Abogada Litigante y de Cumplimiento de Tlatempa y Asociados

por C.P. José Felipe Tlatempa López 24 de junio de 2025
En el vibrante mundo de los negocios, especialmente aquí en lugares como Cancún donde la actividad económica es constante, es fácil dejarse llevar por la emoción de la operación diaria. Pero, detente un momento y pregúntate: ¿Tienes una visión clara de la salud financiera de tu empresa? ¿Sabes exactamente cómo tus números impactan tus obligaciones con el SAT? Si la respuesta no es un rotundo "sí", este artículo es para ti. Así, hay que ver más allá de los impuestos, y tomar a la contabilidad como una brújula empresarial. Mucha gente asocia la contabilidad únicamente con el pago de impuestos, y aunque ese es un pilar fundamental, la realidad es que la contabilidad es mucho más. Es el lenguaje de tu negocio, una herramienta poderosa que te permite: Conocer la verdadera situación de tu empresa: ¿Estás generando ganancias o pérdidas? ¿Cuánto debes y cuánto te deben? La contabilidad te da un panorama exacto de tus activos, pasivos, ingresos y gastos. Tomar decisiones informadas: Con datos precisos, puedes decidir si es el momento de invertir, si necesitas ajustar tus precios, si un proyecto es realmente rentable o si es hora de buscar financiamiento. Es tu GPS para el crecimiento. Optimizar tus recursos: Al entender dónde va cada peso, puedes identificar fugas de dinero, reducir gastos innecesarios y asignar tus recursos de manera más eficiente. Ahora, hablemos de lo fiscal. Cuando se trata de cumplimiento tributario, la contabilidad tiene una relación inseparable con lo fiscal. En México, llevar una contabilidad adecuada no es una opción, es una obligación legal y una necesidad estratégica. Aquí te decimos por qué esta relación es tan crucial: 1. Adiós a las Sorpresas con el SAT Imagina que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) ejerce una facultad de comprobación sobre ti. Si tu contabilidad está en orden y conforme a las Normas de Información Financiera (NIF) mexicanas, tendrás todos los documentos y registros necesarios para respaldar tus operaciones. Esto significa: Determinación precisa de tus impuestos: Con una contabilidad clara, calcular el Impuesto Sobre la Renta (ISR), el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y otras contribuciones es un proceso más sencillo y exacto. Menos errores, menos preocupaciones. Deducciones válidas: Quieres deducir gastos, ¿verdad? Para que el SAT los acepte, necesitas que estén correctamente registrados y soportados contablemente. Una contabilidad deficiente puede significar que pierdas beneficios fiscales importantes. Agilidad en auditorías: Una contabilidad organizada facilita cualquier proceso de fiscalización, ahorrándote tiempo, estrés y posibles multas. 2. Tu Mejor Defensa Ante Discrepancias Si en algún momento surge una discrepancia con el SAT, tu contabilidad es tu principal herramienta de defensa. Los registros contables detallados y apegados a las NIF son la evidencia irrefutable de tus transacciones. Demuestran la "razón de negocios" de cada movimiento y te permiten justificar tus operaciones con argumentos sólidos y técnicos. 3. Planeación Fiscal Inteligente Una contabilidad sólida no solo te ayuda a cumplir con el pasado, sino a planear el futuro. Con información financiera confiable, puedes: Anticipar escenarios: Prever tus ingresos y gastos te permite proyectar tus obligaciones fiscales y planificar con anticipación. Aprovechar beneficios: Conocer tu situación te permite identificar y aprovechar legalmente los estímulos fiscales, exenciones o subsidios a los que tu negocio pueda aplicar. Es la diferencia entre reaccionar y proactuar. 4. Evita Multas y Recargos Costosos El incumplimiento de las obligaciones contables y fiscales puede resultar en multas considerables, recargos y actualizaciones de impuestos. Una contabilidad bien llevada es la mejor prevención contra estas sanciones económicas que pueden afectar seriamente la liquidez y rentabilidad de tu empresa. En conclusión, llevar una contabilidad conforme a las normas mexicanas no es solo una carga administrativa; es una inversión en la salud, transparencia y seguridad jurídica de tu negocio. Te proporciona la tranquilidad de saber que estás cumpliendo con tus obligaciones, te permite tomar mejores decisiones estratégicas y te protege ante posibles contingencias fiscales. Si aún no le das a tu contabilidad la importancia que merece, es el momento de hacerlo. Tu negocio y tu bolsillo te lo agradecerán.
Desde la reforma constitucional de junio de 2011, el sistema jurídico mexicano dejó de limitarse
por M.D.F. Julio César Tlatempa Pavón 10 de junio de 2025
Desde la reforma constitucional de junio de 2011, el sistema jurídico mexicano dejó de limitarse a un positivismo de reglas cerradas para integrar un nuevo paradigma centrado en principios, valores y dignidad humana.